A Dorothy le encantaban sus zapatos rojos con calcetines... Y por lo visto a continuado el camino de baldosas amarillas hasta llegar a nuestra actualidad. Las calles, pasarelas, salas de fiesta, el metro, ... todos han dejado paso al repentino éxito del "no sin mis calcetines!" 
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
 






 
 

jeje, es verdad, a mi parece quedan genial, es un complemento perfecto.
ResponderEliminarfeliz finde !!!
Sii! yo tengo que reconocer que lo uso mucho :)
ResponderEliminar